El Atrio del Santuario de As Ermitas
El Atrio del Santuario de As Ermitas es tanto un espacio sacro como un espacio público. Aquí se celebran ceremonias religiosas, con actos solemnes como el Desenclavo y otros más festivos como la Estoupa do Xudas, pero es también un lugar de esparcimiento para los mayores y campo de juegos de los niños de As Ermitas, en el que vas a poder relajarte a disfrutar de este conjunto monumental único.
Qué ver en el Atrio del Santuario de As Ermitas
Podrás acceder al Atrio por la puerta que está frente a la fachada principal de la Iglesia, separado del camino por un enrejado con cuatro leones de piedra, sobre pirámides, que flanquean las puertas de entrada.
A tu derecha verás la Casa de Administración, el lugar de residencia del Administrador del Santuario y también del Obispo de Astorga cuando visita As Ermitas.
En el centro de la plaza verás un bonito crucero, de base cuadrada, con cinco escalones sobre los que se alza una gran columna de piedra rematada por una cruz. En ella, de un lado está Jesús crucificado, del otro la Virgen, con su hijo en brazos tras el Desenclavo.
En las cuatro esquinas del Atrio encontrarás las cuatro primeras estaciones con las maravillosas Imágenes del Via Crucis barroco das Ermitas.
En el suelo, composiciones de cantos rodados de colores forman mosaicos representando figuras muy variadas, como palmeras, peces o la flor de lis.
La construcción del Atrio
La construcción del Atrio se llevó a cabo en varias fases. Tal como lo conocemos, data de 1723, cuando el Administrador Domingo Xosé Rodríguez Blanco amplió el pequeño Atrio original alzando un gran muro de contención, sobre el que coloca una galería con siete ventanas en arco mirando al Bibei, que hoy están tapiadas.
Este cobertizo sirve de cobijo cuando llueve a los que esperan charlando el final de la misa en los días de fiesta o ceremonia. Como sirvió en tiempos a los tenderos que allí se instalaban a vender sus productos.
Cuando visites As Ermitas, no te vayas sin da un paseo por el Atrio. Explora sus rincones y aprovecha para sacar unas fotos, disfrutar de las vistas o simplemente relajarte mientras contemplas el Santuario.
